TELLELDÍN ACUSÓ A GALEANO Y DENUNCIÓ A STIUSSO
26/09/2015
La séptima jornada de audiencias tuvo como protagonista a Telleldín, que amplió
su declaración indagatoria y se ofreció a responder las preguntas de su defensa
y de las querellas con la sola excepción de la de DAIA/AMIA.Expuso durante 45 minutos aproximadamente y contestó preguntas durante horas delante de quienes lo acusaron en el pasado. Puso en contexto lo que consideró una persecución organizada por el ex Juez Galeano y los Fiscales para quebrarlo a él y a sus familiares, amigos y empleados durante los primeros 2 años de detención.
Se mostró relajado y con dominio de la escena. Articuló sus ideas para mostrarse víctima de una amplia acción coordinada del Poder Judicial, del Gobierno Menem, de las fuerzas de seguridad y hasta de los periodistas y medios de comunicación. Logró el efecto buscado.
Su testimonio abundó en detalles que lo tuvieron por protagonista: desde las negociaciones con la presidenta de la Cámara de Apelaciones que lo visitaba en nombre de Corach para “arreglar” una versión de los hechos, hasta la propuesta de Galeano para “comprar” su declaración contra Ribelli y la Bonaerense a cambio de cuatrocientos mil dólares y la promesa de su puesta en libertad para 1997. “Me jugaba una perpetua”, dijo para justificar por qué llegó al acuerdo propuesto por el juez y cambió su actitud de “resistencia” y denuncias de los primeros años de prisión.
En su historia desfilaron jueces y
secretarios, militares y represores vinculados a la dictadura, policías y
fuerzas de seguridad, agencias de inteligencia nacionales y extranjeras, negocios
y extorsiones, etc., etc. En un contexto que le era desfavorable, y ante un juez que
“tenía el poder de Dios y un poco más”… se propuso negociar con Galeano y
complicarlo junto a los fiscales y Beraja.
Sentado en el banquillo de los acusados, Telleldín lustró una nueva imagen de sí mismo más cercana a los laureles que a la de un vulgar reducidor de autos como le gustaba presentarse durante el juicio anterior (2001/2004).
Sentado en el banquillo de los acusados, Telleldín lustró una nueva imagen de sí mismo más cercana a los laureles que a la de un vulgar reducidor de autos como le gustaba presentarse durante el juicio anterior (2001/2004).
SUS DEFINICIONES
Telleldín salió a defender su actuación: "No me arrepiento un solo día de cómo se realizó el pago. Si no hubiera sido por ese pago, los policías bonaerenses y yo estábamos cumpliendo condena perpetua", aseguró.
Como en este juicio está acusado de peculado –vinculado al manejo de fondos públicos- ensayó su defensa diciendo que no supo que el dinero con que le pagaron provenía de la SIDE. Al contrario, supuso que su origen era el MOSSAD o del Banco Mayo.
- Perjudicó a Galeano al asegurar que su declaración paga contra Ribelli fue “un mix” entre verdades y mentiras… que “cerró con que la camioneta se la llevó la Bonaerense. Lo de los aprietes es cierto, y que se la entregué es totalmente armado”, declaró. Consideró que el pago recibido fue ilegal porque no se hizo en los marcos del Decreto firmado por Menem para las “recompensas”.
- Dijo que los ex fiscales Mullen y Barbaccia eran corruptos, pero les dio una mano que los deja a las puertas de la inocencia. Reconoció que ellos no estuvieron presentes en la indagatoria del 5 de julio de 1996, cuando le confirmaron que había cobrado la primer cuota del pago para firmar la acusación contra Ribelli y los bonaerenses. También reconoció que su amiga, Miriam Salinas, no fue coaccionada en la oficina de estos fiscales, sino en la del ex fiscal Montenegro, actual Ministro de Justicia y Seguridad de Macri.
- Atacó a Beraja, con quien se reunió en el despacho de Galeano junto a otro líder de DAIA y el Dr. Dobniewsky, entonces abogado del grupo de Familiares. “Me dijo que si hacía lo que debía, me iría a mi casa. Me sentí perdido, era un apoyo para Galeano”. Afirmó que Stinfale (su ex abogado) se había reunido con Beraja, motivo por el que cual supuso que el dinero del pago provenía del Banco Mayo.
- Atacó a la SIDE, dejando ver que fue víctima de un seguimiento previo a su detención. Los policías que estaban en su casa durante el allanamiento del 25 de julio de 1994 trabajaban para Stiusso. Su propio abogado era informante de la bonaerense y de Inteligencia.En particular, sostuvo que uno de sus empleados fue torturado con electricidad por Stiusso en la quinta de Hugo Anzorreguy (el Secretario de la SIDE) en Pilar.
- También atacó al fallecido Nisman, a quien pensaba recusar en el próximo juicio que se le seguirá como secuela de la entrega de la Traffic. Dijo que, sobre el final del juicio anterior, Nisman le había propuesto exculparlo a cambio de mantener la versión contra Ribelli.